El pasado fin de semana de Semana Santa se produjo el "colapso histórico" de la ruta 68, pese a que se tomaron todas las medidas factibles, entre ellas disponer que todas las pistas y las plazas de peajes atendieran en un sólo sentido, alcanzando una media de flujo de 1,2 segundos por vehículo atendido, medida que también afectó a quienes intentaron dirigirse a la Región de Valparaíso, que también quedan embotellados por las medidas de "mitigación" para el retorno, lo que evidencia la urgencia de abordar el tema vial no sólo con una mirada desde Santiago, sino que desde las regiones, porque el colapso no sólo es de la ruta 68, 78, 5 Norte o 5 Sur, sino que las rutas principales de las ciudades balnearios que simplemente se transforman en kilometricas pisatas de autos detenidos que no peuden avanzar porque no existen otras vías, es lo que pasa en el Litoral Central y la ruta desde Concón a Valparaíso.
Definitivamente el parque automotor de las regiones de Santiago y Valparaíso, las con mayor cantidad de vehículos inscritos según el Registro Civil, ha alcanzado una magnitud tal que se requiere comenzar a cambiar los hábitos de transporte de los Chilenos a uno mas eficaz y menos contaminante.
Sin lugar a dudas el transporte eléctrico es el que menos contamina y cuando este se realiza sobre una vía exclusiva a alta velocidad es el mas eficiente. Esto nos lleva a poner sobre la mesa nuevamente la discusión de la necesidad de equipar al país de un moderno y rápido sistema de traslado de pasajeros y carga entre la región metropolitana y la Región de Valparaíso.
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