16 de diciembre 2021

Desafí­os de la inteligencia artificial

Por Kenneth Pugh, senador de la Región Valparaí­so.


En la actualidad surgen dudas y preocupaciones acerca de los llamados neurodatos, los que influyen en nuestras decisiones personales, y que son motivo de alerta en toda la comunidad cientí­fica del planeta. Por ejemplo, ya existen programas que son capaces de leer nuestras mentes, nuestros gustos, emociones, memorias y estados de ánimo, lo que realmente es peligroso y parece sacado de una pelí­cula de ciencia ficción.


Hace algunos dí­as en el Senado se aprobó un proyecto de reforma constitucional que modifica la Carta Fundamental para proteger la integridad y la indemnidad mental de los avances y capacidades desarrolladas por las neurotecnologí­as. El objetivo de esta legislación es proteger la privacidad mental, la intimidad y el derecho a la identidad individual de hombres y mujeres ante el avance de la Inteligencia Artificial (IA) y la conexión con el cerebro.


Es con esta misma preocupación que -recientemente- en el Cuarto Encuentro de Innovación Pública, INNOVAPOLINAV 2021, en el que se abordó el tópico de ética con la Inteligencia Artificial en nuestro paí­s, fuera que una de las principales preocupaciones es cómo regulamos esto, por ejemplo, en el ámbito laboral, ya que podrí­a llevar a que se pierdan puestos de trabajos debido a la automatización, también el sentido de los trabajadores de ser únicos y sus derechos a la privacidad.


Si bien, Chile será el primer paí­s en el mundo en tener una Ley de Neuroderechos, aún nos quedan muchos desafí­os relacionados a los avances de la Inteligencia Artificial y otras tecnologí­as, ya que la automatización avanzada tendrá un efecto en los empleos de millones de personas y si es que no logramos capacitar a tiempo a esos trabajadores en otras áreas del conocimiento o funciones, van a perder sus puestos de trabajo.


Según datos del Centro Latinoamericano de Polí­ticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC, el 17% de los trabajos en Chile tienen un alto riesgo de automatización, es decir, cerca de 1,1 millón de empleos en el paí­s arriesgan que sean desarrollados por robots en el futuro, desplazando a las personas y ya lo estamos viendo a diario en los supermercados, y otras tiendas en que los cajeros humanos se cambian por máquinas.


Estas inquietudes las tenemos que resolver con leyes y normativas que hoy no existen en nuestra legislación, por lo que si fuimos pioneros con los neuroderechos, deberí­amos serlo también en estos otros aspectos de la tecnologí­a y Transformación Digital e Inteligencia Artificial, que no son ciencia ficción, son nuestro presente y futuro.

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Medio: La Tercera

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